La realidad se podría definir como “aquello que parece ser”. La realidad es fundamentalmente un acuerdo. Aquello que acordamos como real es real
La realidad, la realidad del universo físico, es experimentada a través de varios conductos; vemos algo con nuestros ojos, oímos algo con nuestros oídos, olemos algo con nuestra nariz, tocamos algo con nuestras manos, y luego decidimos que hay algo. Pero de la única forma que conocemos este objeto es a través de nuestros sentidos y tales sentidos son conductos artificiales. No estamos en contacto directo con el universo físico. Sólo estamos en contacto con él a través de nuestros conductos sensitivos.
Esos conductos sensoriales pueden embotarse. Por ejemplo, un hombre pierde la vista, y en lo que a él respecta, no hay luz, no hay forma o color o percepción de profundidad del universo físico. Este todavía es una realidad para él, pero no es la misma realidad que la de las demás personas. En otras palabras, sin vista, es incapaz de concebir un universo físico completamente. Sin los sentidos, estas cosas no se pueden concebir. De este modo, el universo físico se ve mediante estos sentidos.
Esto es por lo tanto la realidad ingenua, en la que damos por hecho lo que percibimos con nuestros sentidos.
La realidad crítica entra cuando decidimos darnos a la tarea de investigar, realizar estudios, comparaciones y cantidad de herramientas para poder decidir si es que podemos considerar algo como "real" o no.
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